martes, 8 de marzo de 2016

Mujer la obra maestra de Dios.




Mujer

Dios no había concluido el universo,
y en el sexto día Dios la creó;
la creó Mujer.
Y dijo Dios:
te daré un corazón compasivo;
un espíritu libre
para volar junto a los pájaros;
un cuerpo, para que ofrezcas vida a este mundo.
Y Te daré sabiduría, para conocer grandes verdades;
fuerzas para mover montañas.
Y Te daré delicadeza
para besar la tierra;
pasión para incendiar el mundo;
visión para respetar la tierra que te forma.
Y Te daré naturaleza alegre
para bailar con los nietos;
sonrisas para llenar los valles;
lágrimas para lavar el dolor. 
Y te daré manos para trabajar y amar;
intuición para conocer lo desconocido;
deseos de ser aquello para lo cual fuiste creada.
Y Dios dijo:
¡Mujer yo te creó a mi imagen y semejanza!!


(Autor desconocido)



Oración por el día de la mujer

"Gracias, Dios Padre Bueno, por el amor que nos tienes;
porque nos has creado a tu imagen y semejanza
en la condición de varón y mujer;
para que, reconociéndonos diferentes,
busquemos complementarnos:
el varón como apoyo de la mujer
y la mujer como apoyo del varón.
Gracias, Padre bueno, por la mujer
y su misión en la comunidad humana.
Te pedimos por la mujer que es hija:
que sea acogida y amada por sus padres,
tratada con ternura y delicadeza.
Te pedimos por la mujer que es hermana:
que sea respetada y defendida por sus hermanos.
Te pedimos por la mujer que es esposa:
que sea reconocida, valorada y ayudada por su esposo,
compañero fiel en la vida conyugal;
que ella se respete y se dé a respetar,
para vivir ambos la comunión de corazones y anhelos
que se prolongan en la fecundidad de una nueva vida humana,
participando así en la máxima obra de la creación:el ser humano.
Te pedimos por la mujer que es madre:
que reconozca en la maternidad el florecimiento de su feminidad.
Creada para la relación,
sea sensible, tierna y abnegada 
en la educación de cada hijo;
con la dulzura y la fortaleza,
la serenidad y la valentía,
la fe y la esperanza
que van forjando la persona, 
el ciudadano, el hijo de Dios.
Te pedimos por las mujeres buenas y generosas
que han entregado su vida para realizar la nuestra.
Te pedimos por las mujeres que se sienten solas,
por las que no encuentran sentido a su vida;
por las marginadas y usadas como objeto de placer y de consumo;
por las que han sido maltratadas y asesinadas.
Te pedimos, Padre Bueno, 
por todos nosotros, varones o mujeres;
que nos sepamos comprender, valorar 
y ayudar mutuamente,
para que en la relación, amable y positiva,
colaboremos juntos al servicio 
de la familia y de la vida."

Fuente de la oración: Shoshan





Felices las mujeres…

por Miguel Ángel Mesa Bouzas


Felices las mujeres que se dejan seducir por los sueños, que tienen la sensibilidad, la fortaleza y el ánimo a flor de piel, que disfrutan creando, poniéndose hermosas para salir de fiesta, divirtiéndose, aprendiendo, compartiendo, amando.


Felices las mujeres que intentan crecer en humanidad, que se esfuerzan por alcanzar nuevas metas personales, de formación, profesionales, optando por la cooperación con todos y todas y rechazando, en este empeño, el seguir las pautas competitivas que la sociedad patriarcal impone.


Felices las mujeres que se sienten plenas desde su hondón personal; que necesitan vivir con la solidaridad por bandera, para poder sentirse una parte activa de la humanidad; que gritan y se enfurecen contra cualquier abuso de poder; que caminan erguidas, dichosas de ser como son.


Felices las mujeres que se sienten a gusto con su propio cuerpo, que no se agobian cuando suben de talla, que se sienten orgullosas de la edad que tienen, que les gusta lo que ven cada vez que se miran al espejo.


Felices las mujeres que llevan a cabo las actividades con las que más se realizan personalmente, que disfrutan del camino que recorren cada día, que se encuentran contentas cuando están en casa, en el trabajo o tomando una copa con los amigos.


Felices las mujeres que tienen verdaderos amigos y amigas con las que poder compartir todo lo que les pasa en la vida, las dificultades cotidianas, las lágrimas amargas, las alegrías y las esperanzas, los momentos de satisfacción y de tristeza.


Felices las mujeres que se comprometen por conseguir los derechos negados y la dignidad de todas las mujeres del mundo, en especial de las más oprimidas y excluidas; contra la violencia y los asesinatos machistas; para poner su granito de arena en la construcción de una sociedad más justa, igualitaria y fraterna.


Felices las mujeres que son fértiles siempre que dan a luz una más honda amistad; cuando crean alternativas; cuando son fieles a sus principios y creencias; cuando generan vida de cualquier forma a su alrededor: con la justicia, el amor, la cercanía; cuando alumbran semillas de liberación para sí mismas, para sus compañeras de camino y luchas, para los hombres, para la sociedad.


Felices las mujeres que tienen a su lado hombres que luchan con ellas contra el machismo, por la igualdad de derechos, que sienten y lloran ante sus sufrimientos y se alegran y festejan sus victorias con las sonrisas que iluminan su horizonte común, compartido.


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