domingo, 14 de octubre de 2018

Sonríele a tu perro, él reconoce el afecto que le brindas.


Nunca está demás decir que el vínculo que existe entre una persona y un perro es poderoso, es uno de los más especiales y genuinos que puede existir. Está demostrado que el amor hacia las mascotas es vital para su buen crecimiento y desarrollo. Aunque muchos no lo comprendan, el lenguaje con el que nos comunicamos con ellos es pieza clave, no solo para el entendimiento de ambos sino para el bienestar del animal. Sonríele a tu perro y observa cómo reacciona.
Quienes hayan tenido un perro sabrán que como animales tienen la capacidad de percibir tu estado emocional; si estás alegre o triste o si tienes ánimos de jugar un poco o simplemente que te tumben de un lado a otro solo para sentir serenidad y calma.

Una sonrisa a cambio de amor incondicional

Por años la ciencia se ha encargado de estudiar a fondo esa relación tan especial entre un humano y su perro. No hay dudas y está comprobado: tu perro puede percibir cómo te sientes.

No es de extrañar que cada vez que le hablas a tu perro y le preguntas, ¿quieres ir a pasear? Lo haces como si le hablaras a un niño que puede responder, hasta lo haces en un tono de voz un tanto cursi.

¿Qué le transmite tu sonrisa a tu perro?

Un estudio desarrollado por investigadores de Brasil y el Reino Unido en Biology Letters para enero del año 2016, confirmó que los perros reconocen el entusiasmo cuando le hablas, más si es en un tono cursi o cuando le sonríes. Los perros también pueden detectar las emociones de otros perros. Esta es una proeza que le da una ventaja a los peludos frente a otras especies de animales.
Para el estudio se recurrieron a imágenes de personas y de perros que mostraban sus emociones. Por otro lado, se le añadieron vocalizaciones y ruidos positivos, negativos y neutros como ladridos de enojo y felicidad. Se utilizaron voces de humanos desconocidas para el perro y en idioma portugués, el único idioma que los perros no habían escuchado.
Los perros fijaron su atención en las imágenes que coincidían con la emoción que se estaba expresando. La habilidad de poder mezclar diferentes estímulos como visuales y auditivos, es algo propio al talento cognitivo del nivel superior.
Otro análisis desarrollado en marzo del año 2018 en la Universidad Nacional Autónoma de México estudió lo que experimentaba un perro tras reconocer una emoción. Con el propósito de observar los mecanismos neuronales, los investigadores entrenaron un total de ocho perros para que permanecieran quietos mientras que un escáner con resonancia magnética los analizaba.
Entonces, les enseñaron imágenes de personas alegres y neutrales. Fue así que determinaron que al mostrarles fotos de personas sonrientes, los perros reflejaban una mayor actividad cerebral en la corteza temporal. ¿El resumen? Una conducta feliz de un ser humano genera una reacción en el cerebro del perro que es diferente a cualquier emoción.
Este patrón de felicidad y bienestar fue tan diferente que es posible que un programa para el aprendizaje automático pudiese utilizar esa actividad cerebral de la mascota para poder determinar exactamente cuándo estaba observando a una persona feliz.
Otra investigación proveniente a la Universidad de York, estableció que la mejor manera de comunicarse con las mascotas es por medio del “lenguaje canino”, un lenguaje similar al que se suele emplear a los bebés. Los expertos hicieron otro experimento con un grupo de personas y sus mascotas; la mitad de ellos se dirigió a su mascota como si fueran bebés, la otra empleó un tono más neutral. Al trascurrir cierto tiempo, comprobaron que cuando la persona se dirigía al perro con un tono de voz aguda y emotiva su atención mejoraba considerablemente, fortaleciendo entre ellos el vínculo.

Más datos

La revista Preoceedings of the Royal Society B también hizo lo propio en este rema. En otro estudio similar reseñó la misma conclusión: los perros pueden comprender la comunicación con los humanos como ninguna otra especie animal lo hace. Sin embargo, hay que tener unos parámetros para que dicha comunicación llegue a buen término. Los investigadores afirman que para ganarte la atención de tu peludo debes pronunciar frases más cortas con un tono de voz suave.
El punto de encuentro de todas estas investigaciones es que los perros tienen más habilidades que cualquier otro animal como también tienen comportamientos compatibles con el ser humano, y partiendo de estos resultados es que se puede corroborar que los lazos entre los humanos y los perros son fuertes y verdaderos.

viernes, 5 de octubre de 2018

El arte del tatuaje, cuando el lienzo es la piel.


Decidir el motivo y el artista que lo creará es toda una responsabilidad

Diario El Universal
Alida Vergara Jurado
Especial/ El universal 

La pasión por la tinta continúa en aumento, y lejos de lo que muchos auguraban, el arte del tatuaje no solo se queda, sino que se perfecciona y se hace cada vez más particular y entrañable.

Ya aquella imagen de una persona tatuada como sinónimo de delincuencia o comportamientos inadecuados se ha erradicado, y cada vez más, personas que antes era impensable verlas en estudios de tatuajes, van acompañados de hijos y nietos para solicitar inmortalizar algo que tenga un significado especial o que, cada vez que lo miren, les lleve a un recuerdo o momento añorado.

Con esto, la evolución de los profesionales, porque ahora hay mucho nivel y perfeccionamiento de técnicas, ha aumentado tanto, que inclusive las máquinas, agujas y tintas, han llegado a un nivel de especificidad que lo grandes artistas del tatuaje estudian y practican a diario para lograr la perfección. 


Qué se tatúa la gente 


En Venezuela, uno de los más grandes exponentes del tatuaje es Alex Bruz, único artista venezolano invitado en la Expo Tattoo de Milán 2018, e incluido en Inked, la publicación más reconocida en este arte a nivel mundial; su amplia trayectoria en la técnica del realismo, y su obsesiva búsqueda de la perfección, lo han llevado a ese sitial.

Para él, no hay tendencias sobre los motivos que la gente busca para tatuarse, comenta que "los que piensan en tatuarse por moda, son los que vuelven a hacerse un cover sobre ese mismo tatuaje".

Por su parte Alejandro Ruiz Sevillano, nobel profesional de la tinta, que ha alcanzado un nivel tan preciso en tiempo récord, apunta que la solicitud es la customización; "la gente quiere un tatuaje único, que tenga un significado para ellos, sea algo personal o incluso una obra de arte que los haya marcado".

Ruíz está especializándose en el Glitch, una técnica poco usual en el país, pero que ha logrado gran aceptación; esta consiste en imágenes pixeladas o distorsionadas, algo que él define como "la composición de la descomposición, una suerte de error convertido en arte".

Ambos coinciden en que sea lo que fuere que se vaya a tatuar, piénselo bien, que tenga un valor especial y, sobre todo, seleccione el artista porque un tatuaje es para siempre; y revise que el lugar reúna los niveles de higiene más altos, que cuente con equipo desechable, tintas especiales, que trabajen con guantes y líquidos para desinfectarlo todo, además lo ideal es que el estudio disponga de un paramédico para evitar eventualidades que puedan presentarse en la sesión. 


lunes, 1 de octubre de 2018

20 carteles icónicos de la historia del cine.


Los amantes del séptimo arte y de las artes visuales saben que el éxito de una película puede estar muy ligado a su cartel. Algunos de ellos, se han convertidos en emblemas para más de una generación. Seguro que ya conoces estos 20.

Un cartel puede ser beneficioso o perjudicial para una película.
Normalmente, son imágenes promocionales que apelan a lo seguro mostrando a los actores más populares del reparto o a parte del elenco. Pero en ocasiones el arte supera a lo establecido con carteles con una composición y un mensaje tan bien comunicado que son más famosos que el propio film.
Estas obras han logrado quedar inmortalizadas en la mente de su audiencia y es la primera imagen que salta a la mente al nombrar las películas que promocionan.
Por su estética, su forma de captar la esencia de un film y por su capacidad de cautivar, se han convertido en iconos.
Tiburón (1975)
Tiburón
43 años han pasado desde el estreno de Tiburón, pero su cartel se mantiene como uno de los mejores jamás creados.
Con una estética bastante limpia, muestra al monstruo marino en un tamaño sobrenatural a punto de atacar a una víctima que no sospecha el peligro.
Más allá de los pocos elementos usados y de la claridad de su diseño, es la capacidad que tiene de transmitir emociones lo que lo convierte en una obra de arte. Después de todo, fue una imagen que logró aterrorizar a toda una generación.

E.T., el extraterrestre (1982)

E.T., el extraterrestre
El film de Steven Spielberg es un clásico de ciencia ficción, pero es su cartel lo que inunda la mente de la audiencia al pensar en el largometraje.
Está cargada de simbolismo, a través de una imagen donde solo se aprecian una cantidad limitada de elementos. El diseño original está inspirado en la obra que se sitúa en el techo de la Capilla Sixtina.

Alien: el octavo pasajero (1979)

Alien: el octavo pasajero
El minimalismo se hace presente en este cartel. Muestra solo un huevo frente a un fondo negro. El huevo se está rompiendo y de él sale una luz verde brillante que se combina con el color usado para el título de la película.
Con solo estos elementos, la composición logra captar la atención de la audiencia y transmitir misterio y terror, que es lo que luego se observa durante todo la obra.

El Padrino (1972)

El Padrino
Sencillo, clásico, y capaz de transmitir el horror y el estilo que describía a la mafia. El cartel de El Padrino muestra a Marlon Brandon interpretando a Don Corleone, vistiendo un esmoquin negro que se mezcla con el fondo oscuro.
Transmite el aire de misterio y zozobra que inunda el mundo del cual se habla en la trama.

El silencio de los corderos (1991)

El silencio de los corderos
Una simple imagen del rostro de Jodie Foster es capaz de causar pavor. A pesar de su sencillez, está cargado de detalles que comunican y apelan al simbolismo.
El rostro de Foster emblanquecido y su boca sustituida por la famosa polilla que cuenta con una calavera dibujada en su cuerpo, anuncian una historia perturbadora.

Regreso al futuro (1985)

Regreso al futuro
Un cartel en el que no escasean los elementos. La imagen promocional de Regreso al Futuro muestra a Michael J. Fox, con su atuendo mítico de la década de los 80’s.
También se ve el DeLorean y el camino de fuego que dejan a su paso. Para jugar con el concepto del tiempo, se ve a Fox mirando su reloj.

Parque Jurásico (1993)

Parque Jurásico
Una imagen elegante para presentar una aventura de ciencia ficción y dinosaurios. El cartel de Parque Jurásico muestra el logo del parque sobre un fondo negro.
El minimalismo dio buenos resultados, y creó una imagen indeleble en la mente de la audiencia.

Scream: vigila quién llama (1996)

Scream: vigila quién llama
Un cartel que se inspira en la estética usada por Hitchcock en su film Psycho. La imagen muestra un close up del rostro horrorizado de Drew Barrymore.
Tiene una estética limpia y atrae la atención con el juego de colores que utiliza: una imagen oscura, cargada de sombras y casi en blanco y negro, donde solo resalta el tono azul brillante de los ojos de Barrymore.
Su expresión de terror se asocia con el film décadas después del estreno de la película.

Los cazafantasmas (1984)

Los cazafantasmas
La película es, por sí misma, un icono de la cultura pop. Logró inmortalizar no solo su trama, sino también su slogan “¿a quién llamarás?”, y los trajes usados por sus personajes principales.
Pero, más allá de eso, el cartel logró captar la atención contrastando el logo frente a un fondo negro. La imagen de un fantasma dentro de la señal de prohibido se ha mantenido intacta en la mente colectiva a pesar de los años.

La naranja mecánica (1971)

La naranja mecánica
Diferente al resto de los carteles, la imagen promocional de esta película de Stanley Kubrick destaca sobre un fondo blanco.
En el medio, una figura en forma de pirámide de donde sale el personaje principal con una expresión que representa a la perfección la patología que desarrolla en escena.
El film fue el centro de una controversia en los medios de comunicación y, como consecuencia, Kubrick prohibió su lanzamiento. Por ello, el póster se mantuvo por mucho tiempo como el único elemento visual que acompaño el título en la mente de la audiencia.

La semilla del diablo (1968)

La semilla del diablo
El elemento predominante en este póster es el rostro de Mia Farrow, que interpreta al personaje principal.
El perfil de Farrow ocupa gran parte de la imagen promocional, con una expresión neutral y con sombras verdes sobre ella. En el centro se observa la silueta de un carro de bebé sobre una superficie rocosa.
La imagen comunica lo justo. Sin profundizar el contexto, deja claro el tono de misterio y horror que predomina en la película, y la lucha familiar que está presente durante toda la trama.

Desayuno con diamantes (1961)

Desayuno con diamantes
Quizás la imagen más icónica que se tiene de Audrey Hepburn. Y todo se lo debe a este cartel. Cargada de diamantes, con guantes negros, y una expresión pícara sobre su rostro.
Audrey Hepburn personificó a la perfección el deseo de pasar de una chica común, a una chica de sociedad. El cartel, con solo una imagen de ella, hizo justicia a la trama de la película.

El graduado (1967)

El graduado
Comunicar acciones y sensaciones a través de una imagen no siempre es una labor sencilla.
El cartel de El Graduado lo logró al plasmar la seducción a través de una fotografía elegante. Muestra al personaje principal de la película frente a una pierna de mujer. Resume en gran medida la historia que cuenta el film.

Pequeña Miss Sunshine (2006)

Pequeña Miss Sunshine
Una imagen en la que predomina, igual que en la película, el uso del color amarillo. Pero más allá de las tonalidades, el cartel muestra movimiento, humor y un poco del caos familiar que se narra en la historia.

El exorcista (1973)

El exorcista
Una película de terror con un cartel que transmite misterio. La imagen está sacada directamente de una escena que se incluye en el film.
Está compuesta por una silueta bajo la luz de un faro y muestra el momento en el que el padre Karras llega a la casa donde tiene que enfrentarse a mismísimo demonio. El cartel fue diseñado por Bill Gold.

Lo que el viento se llevó (1939)

Lo que el viento se llevó
Un cartel que ha inspirado muchas portadas de historias de romance. La imagen promocional de Lo que el viento se llevó está grabada incluso en la mente de personas que no han visto nunca la película.
Comunica el deseo entre los protagonistas, que resaltan frente al resto de los elementos. Al fondo se observa la silueta de Atlanta en llamas.

La Red Social (2010)

La Red Social
Un cartel sencillo, pero dramático. La imagen utilizada para promocionar la película basada en Mark Zuckerberg muestra en primer plano el rostro de Jessee Eisenberg, que representa el papel protagonista.
La foto de Eisenberg se oculta detrás del slogan del film “you don’t get to 500 million friends without making a few enemies” (no llegas a tener 500 millones de amigos, sin hacer algunos enemigos).
El cartel combina dos artes dentro de una sola composición: la fotografía y la tipografía. Cierra con el título de la película en un tamaño mucho más pequeño y con la fuente que utiliza Facebook en su logo.

El señor de la guerra (2005)

El señor de la guerra
Un cartel sencillo pero que cumple su objetivo. Presenta un primer plano del rostro de Nicholas Cage sobre un fondo blanco.
Lo que parece una imagen corriente del actor, sorprende con un giro lleno de ingenio cuando se logra apreciar que la imagen está compuesta por balas de diversos tamaños.

La cosa (1982)

La cosa
Lo más llamativo de este cartel es que su creador, Drew Struzan, no sabía mucho sobre la película al hacerlo. Sin embargo, entregó un trabajo que aún hoy se considera un icono a pesar de haber sido realizado en solo 24 horas.
Como era de esperar, la escena plasmada en el cartel no aparece en el film.

Miedo y asco en Las Vegas (1998)

Miedo y asco en Las Vegas
La estética de este cartel difiere mucho de la del resto. De hecho, es un arte cargado de surrealismo, con un estilo extravagante. Sin embargo, va de la mano con la película y la historia que inspiró al film.