martes, 28 de junio de 2016

La paloma mensajera, cuando la comunicación dependía de un animal.



A menudo no caemos en la cuenta de la complejidad del mundo que habitamos. La tecnología avanza a niveles de casi ciencia ficción, lo que hoy nos parece natural no lo hubieran ni soñado hace 50 años y si fuéramos capaces de viajar con la máquina del tiempo de Wells a épocas pretéritas nos toparíamos de lleno con una existencia limitada a las horas de sol. Y algo que usamos a diario, como la mensajería, apenas existiría en ese viaje. Apenas, sí, que antes se comunicaban con palomas mensajeras.


Puede parecer absurdo trazar la evolución de la mensajería instantánea empezando por las palomas, pero ellas fueron las verdaderas precursoras del WhatsApp o Telegram modernos. En un tiempo donde resultaba imposible comunicarse si había grandes distancias de por medio, la llegada de una paloma con su mensaje podía suponer la diferencia entre la vida y la muerte. Tal que así, la Historia está plagada de anécdotas similares.

¿Cómo se envían mensajes utilizando una paloma?




Lo hemos visto en multitud de películas o leído en libros: se coloca el mensaje en la paloma y, una vez puesta en libertad, el ave recorre la distancia hasta el destinatario para transmitirle las noticias. Parece sencillo, pero esta técnica requiere aprendizaje y dedicación.


La cría y adiestramiento de palomas mensajeras (colombofilia) era algo habitual en la época romana y griega (incluso antes, existen grabados mesopotámicos que ya muestran el uso de palomas). Se utilizaban en todo tipo de comunicaciones, especialmente las militares: dicho uso siguió manteniéndose hasta la segunda guerra mundial. Y colaboraron en más de una victoria, como la que emula la película Valiant sobre la paloma Gustav (no me pude resistir a colocar la foto de portada). Gustav llevó a Reino Unido las primeras noticias del desembarco de Normandía. Y fue condecorado por ello.

La paloma mensajera es capaz de surcar el aire y recorrer la distancia a destino llevando un mensaje o algún pequeño bulto. El proceso es el que sigue: 
Los colombófilos (expertos en palomas mensajeras o palomas bravías) poseen palomares donde se dedican a la cría de ejemplares. La mensajera es un tipo de paloma caracterizada por su resistencia, musculatura y aerodinámica. Existen más de 150 variedades de paloma, todas derivada de la paloma salvaje (Columba Livia). 
La paloma en estado natural no se aleja de su nido. Pero, entrenada, es capaz de volver a dicho nido (palomar) desde cualquier punto situado a un máximo de 700 kilómetros (pueden recorrer más, pero es un riesgo para el ave). 
Para entrenarla, el colombófilo va soltando la paloma cada día un poco más lejos hasta que está preparada para recorrer la distancia necesaria. 
Una vez entrenada, la paloma mensajera puede trasladarse a cualquier parte en una jaula con la posibilidad de enviar una comunicación cuando se necesite. 
Como siempre volverá a su palomar, basta con atarle un mensaje y dejarla libre. 
La mensajería con paloma es unidireccional y siempre en un sentido: hacia el palomar; de ahí que antiguamente se construyesen palomares en los cuarteles militares y otras instituciones necesitadas de información rápida. 
Aunque la paloma siempre vuelve al nido, donde tiene cobijo y alimento, puede entrenarse para que su comida se encuentre en un punto distinto disponiendo así de otra zona de entrega de mensajes. De esta manera puede establecerse una línea postal (distancia máxima de unos 160 kilómetros) con una media de dos viajes de ida y vuelta por día y paloma. 
Las palomas mensajeras pueden volar a un máximo de 90 km/h, poseen un sistema de orientación innato, son capaces de recorrer 700 kilómetros en menos de un día y resisten las inclemencias del tiempo. Por desgracia, las aves de rapiña pueden cortar la comunicación (lo que en informática se llama un firewall). 

¿Cómo se orientan las palomas mensajeras para volver a su palomar?


Las palomas mensajeras son capaces de recorrer largas distancias sabiendo en todo momento cómo volver a su palomar. No tienen por qué conocer el sitio donde se sueltan. De hecho, dicho sitio puede encontrarse a cientos de kilómetros: el ave retornará donde creció y se alimenta haciendo uso de sus propias capacidades.

Ni siquiera hoy día se sabe con certeza cómo puede orientarse a lo largo del vuelo. Tras muchos estudios, no hay resultados concluyentes en favor de un mecanismo innato en el ave, aunque sí se conoce que utiliza todos sus sentidos para conseguir la proeza. 

La paloma mensajera es capaz de guiarse gracias al magnetismo de la Tierra, percibe los cambios de luz en toda la superficie del planeta y los compara con la iluminación según la longitud y latitud de su palomar, utiliza el olfato para percibir olores conocidos durante el vuelo y es capaz de distinguir el entorno de su lugar de origen en varios kilómetros a la redonda.


Durante el crecimiento de la paloma mensajera y posterior entrenamiento, el colombófilo debe dejar que la paloma haga un mapa visual de su entorno desde que es un pichón. 

Antes de que sepa volar la cría ya reconoce los edificios y construcciones cercanos al nido gracias a que su cuidador la dejará en lo alto del palomar para distinguir el terreno. 

Y conforme estrene sus alas el mapa se ampliará: primero mediante vuelos cercanos para luego extender el radio de movimiento.


Podéis conocer más sobre la orientación de las palomas mensajeras en este artículo de la Real Federación Colombófila Española.


Hitos en la historia utilizando palomas mensajeras



La historia de Gustav, la paloma mensajera británica de la Segunda Guerra Mundial, es sólo una anécdota de las decenas de miles que existen a lo largo de la Historia. 

La colombofilia lleva perfeccionándose desde la antigüedad como medio rápido de comunicación, especialmente en conflictos bélicos dadas las capacidades de las palomas mensajeras para recorrer grandes distancias sin ser interceptadas. 

Aunque siguen utilizándose hoy día como deporte, su uso dejó de tener sentido con las comunicaciones modernas. 

En tiempos de los griegos, se utilizaban palomas mensajeras para transmitir los ganadores de los juegos olímpicos. 

Aníbal y Gengis Kan utilizaban estas aves para comunicarse con sus ejércitos (año 200 antes de Cristo y 1200 después de Cristo, respectivamente). 
En el año 1167 existía un servicio postal entre las ciudades de Siria y Bagdag. 

La famosa agencia de noticias Reuters, fundada por Paul Reuter, utilizaba palomas mensajeras para comunicar las noticias entre Bruselas y Aachen, lugar donde se estableció la terminal de telégrafos. 

Cher Ami, una paloma francesa, fue protagonista de la Primera Guerra Mundial tras llevar 12 importantes mensajes militares. Fue condecorada con la “Croix de guerre”. 
En 1981 dos hospitales de Normandía, separados por una distancia de 30 kilómetros, vieron en las palomas mensajeras una manera perfecta de transportar muestras sanguíneas de manera rápida y eficaz

Uno de los últimos usos oficiales de la mensajería con paloma fue el de la comunicación de desastres en la India. Odisha, de la parte oriental de la India, clausuró el servicio en marzo de 2002. 
El 1 de abril se 1990 se creó el protocolo de red por palomas mensajeras. Fruto de una broma del April’s Fools Day, trató de equipararse el tráfico por IP a paquetes de datos enviados con palomas. Técnicamente, el protocolo de red por palomas mensajeras es 5 trillones de veces más lento que utilizar una conexión de fibra para enviar el mismo paquete de datos (64 bytes). 


Actualmente, la colombofilia se restringe a la actividad deportiva. Existen distintos tipos de pruebas donde participan las palomas, distinguiéndose principalmente por las distancias a recorrer: 
Velocidad: hasta 300 km. 
Medio fondo: más de 300 y menos de 500 km. 
Fondo: más de 500 y menos de 700 km. 
Gran fondo: más de 700 km. 


Podéis consultar la normativa española de colombofilia en este PDF. La foto superior es de Wikipedia.


Herederos de las palomas mensajeras: desde el telégrafo a WhatsApp.






Los métodos mecánicos de comunicación poco tenían que hacer cuando se popularizaron los radioeléctricos, por lo que nuestras palomas mensajeras acabaron en desuso debido a las limitaciones lógicas de estos animales. Varios fueron los sistemas de comunicación que se pusieron en marcha a partir del siglo XVII, despuntando en el XIX con el telégrafo y la invención del teléfono.


El telégrafo óptico es uno de los más antiguos (inventado por Robert Hooke en el siglo XVII, aunque puesto en marcha un siglo después). El sistema se aprovechaba de distintas torres colocadas estratégicamente en línea y a una distancia visual suficiente para que, mediante el uso de señales establecidas por los operadores, pudiera transmitirse el mensaje de un extremo al otro de la línea a fuerza de repetirlo de torre a torre. Francia tuvo las primeras líneas de telégrafos ópticos. Y ejercieron un papel clave durante la Revolución Francesa transmitiendo los importantes mensajes.


Comunicarse con torres operadas manualmente supuso un avance enorme en comunicación, pero no sería nada comparado con el telégrafo eléctrico. El sistema de funcionamiento, a grandes rasgos, es el detransmitir impulsos eléctricos de un extremo a otro de la línea telegráfica formada por un tendido de alambre o cable. El sistema de transmisión es binario: encendido pasa la corriente; apagado la corriente se corta. De esta manera se puede transmitir un mensaje inmediato salvando largas distancias utilizando códigos tan conocidos como el Morse.


Con la evolución del telégrafo eléctrico durante el siglo XIX, donde no existió un estándar ni en transmisión ni en la tecnología empleada, llegó a finales de ese siglo el teléfono, también cargado de polémica. Alexander Graham Bell popularizó la comunicación telefónica aunque no inventó en realidad el sistema: el inventor reconocido es Antonio Meucci, ingeniero italiano. Podéis leer más sobre la historia del teléfono en este artículo que le dedicamos en su momento.




El siguiente gran salto se daría a mediados del siglo XX con las comunicaciones de datos utilizando las redes informáticas. Cables submarinos comunicando los distintos países, satélites capaces de transmitir paquetes de datos de manera inalámbrica salvando enormes distancias, módems y protocolos de interconexión entre computadoras y la invención de ARPANET, antecesora de Internet.


En 1958 se creó la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada (ARPA por sus sigla en inglés) con la idea de desarrollar ideas científicas y tecnológicas para ser aplicadas dentro de los márgenes militares. Uno de los campos donde se centró fue en las comunicaciones, desarrollando un plan de interconexión de universidades y centros de investigación que culminó en 1969 con ARPANET. En 1971 existían 23 puntos conectados; entre 1974 y 1982 se desarrollaron otras redes de comunicación, como TELENET (red comercial de ARPANET, 1974) o USENET (sistema abierto de correo, 1979). ARPANET adoptó el protocolo TCP/IP en 1982 creándose la International Net (Internet para los amigos).




Google ha tratado en diversas ocasiones de hacerse un hueco en mensajería instantánea. Google Talk, Wave, Buzz, Hangouts... ¿Cuál es el problema?



Los correos electrónicos pasaron a ser una herramienta común de comunicación que solventaba la necesidad de inmediatez y de extensión (la pobre paloma mensajera apenas podía transmitir más que unas líneas de texto). También otros protocolos surgieron para hacer frente a la necesidad de comunicación inmediata, como el IRC (1988) o XMPP (Jabber en sus inicios, liberado en mayo de 2000 por Jeremie Miller, su creador). XMPP es un protocolo de mensajería abierto que adoptaría Google con su Talk Messenger, Facebook para su Messenger y, también, el propio WhatsApp.



sábado, 25 de junio de 2016

Así logró Lyon sacar a los autos del centro (sin necesidad de prohibirlos).


Se trata de un esfuerzo de varios años, pero que ha logrado cambiarle la cara a esta ciudad del sureste de Francia. Aquí te contamos las medidas que implementaron para poder reducir el uso de los vehículos privados.

Klaus Barbie podrá tener el apellido menos intimidante de la historia, pero en realidad, fue uno de los más grandes torturadores del régimen nazi durante la ocupación francesa. De hecho, durante la Segunda Guerra Mundial, el alto oficial fue conocido como el “carnicero de Lyon” (¡¿cómo a nadie se le ocurrió hacer una Barbie carnicera?!). Y es que la mayoría de sus crímenes los llevó a cabo ahí, en Lyon, la “capital de la resistencia”; una ciudad que se caracterizó por sus esfuerzos para combatir la invasión nazi en el sur de Francia.
Aunque ahora, más de 70 años después, Lyon es conocida por algo mucho menos macabro y bastante más positivo: su espectacular modelo de transporte urbano. A través de un esfuerzo que comenzó a gestarse a comienzos del año 2000, la tercera ciudad más poblada de Francia logró dar con la clave para sacar a los autos del centro(o al menos reducirlos drásticamente) y crear un sistema de transporte eficaz y público de verdad.

¿Cómo lo hizo?

Una de las mayores gracias del éxito de esta ciudad, es que pudo conseguirlo sin prohibiciones, restricciones, impuestos o cobros.Todo lo hizo a través de buenas políticas públicas que les entregaron más posibilidades a los ciudadanos, en vez de limitarlos para que estuvieran obligados a tomar una u otra opción.
Y todo partió en el 2001, cuando Gérard Collomb fue elegido alcalde y en cuyo equipo de urbanistas se encontraba Gilles Vesco. Fue este último quien se convirtió en el líder de la renovación de Lyon, aunque ahora ocupa el cargo de consejero delegado de la misma metrópolis. Desde su trabajo como urbanista y consejero, ha logrado llevar a cabo una serie de planes que terminaron cambiándole la cara a su ciudad.

Autos para abajo, parques para arriba

En Lyon había muchos, muchos autos. Y como en todos los lugares que cumplen con esa característica, los estacionamientos eran un dolor de cabeza. Ya sea porque es difícil encontrar uno disponible, cuestan un ojo de la cara o incluso porque ocupan mucho espacio en las calles, el sólo pensar en ellos provocaba una aparición acelerada de canas en la población.
¿La solución? Tirarlos para abajo. Bien abajo. En cada lugar donde solían haber estacionamientos en superficie, un parque fue levantado para desplazar a los estacionamientos hacia el subsuelo. Con esto, las calles se vieron mucho más despejadas: se empezaron a crear carriles exclusivos para bicicletas, paseos peatonales y hasta más pistas para que transiten los autos con mayor velocidad.



Antes.Fuente: Motorpasion.com

Después. Fuente: Motorpasion.com

Un “upgrade” al transporte público

Pero crear más estacionamientos ¿no debería fomentar el uso de autos? Bueno, para evitar eso, las líneas del metro se expandieron considerablemente. Pero eso no fue todo: también se revivió al tranvía. Este tren que recorría las calles de la ciudad había dejado de usarse, pero volvió en gloria y majestad a hacerle la competencia a los autos.
Y la competencia fue literal. Si antes las calles tenían una pista entera para estacionar y otras tres para que transitaran los autos, ahora habían dos para tranvías y dos para autos (sin estacionamientos, ya saben por qué). Pero si bien la gente había empezado a usar más el transporte público y menos a los vehículos, aún se provocaban tacos de autos en las horas punta.

Nacen las bicis públicas a gran escala

Muchos hemos visto al sistema de bicicletas públicas naranjas en Santiago. Pero, ¿sabías que el modelo a gran escala nació justamente en Lyon? Antes de eso se había llevado a cabo en ciudades como Oslo y Viena, pero se concentraban en uno dos barrios a lo más. Sin embargo, en el 2005, fue Gilles Vasco quien lo implementó por primera vez de forma masiva en una ciudad, bajo el nombre de Vélo’v.
Ahora ya cuentan con cuatro mil bicicletas, 60 mil usuarios constantes y más de 800 mil usuarios ocasionales. Y esto ha logrado que el uso de bicis “comunes” haya experimentado un aumento del 22%, mientras que el de las Vélo’v ha crecido 17% en los últimos años. Así, la metrópolis de Lyon (que reúne a Lyon y Villeurbane), ya cuenta con 614 kilómetros de ciclovías, un puente exclusivo para bicis, peatones y tranvía; y un túnel sólo para bicicletas y autos.

La clave está en la información


En una entrevista para The Guardian, el urbanista de Lyon habla de la “nueva movilidad”. Según él,
el transporte del futuro se basará principalmente en la información: en la medida que sepas cuántas bicis disponibles hay cerca de ti, cuándo pasará el próximo tranvía o si hay alguien cerca dispuesto a compartir su auto contigo, podrás elegir la mejor opción para desplazarte hacia donde quieras.
Es por eso que en su ciudad también se ha potenciado el uso del carpooling, un sistema que consiste en compartir tu auto particular con otras personas que transitan por rutas similares. De hecho, existe el BlueLy: un servicio de carpooling público a partir de autos eléctricos.

Los resultados

Con todo, durante la última década el número de autos que entran a la ciudad han caído en un 20%, en tiempos donde el uso del auto generalmente va al alza (en Chile, sólo el año pasado el parque automotor creció al 4%). Y se espera que durante la próxima década haya otra caída del 20%, a pesar que la población aumentaría en un 10% para ese entonces. Así también, los vehículos que entran al centro de Lyon han disminuido incluso más.

Lo bueno es que quienes van al centro en auto, saben que tendrán que llegar a uno de los estacionamientos subterráneos y, a partir de ahí, moverse a pie o en transporte público. Así que en la práctica, el tránsito vehicular en la zona es considerablemente bajo. Todo esto sin cobrar un peso de más a quienes se mueven en auto. Según Vasco, l
as medidas que castigan con cobros el uso del auto, sólo terminan perjudicando a quienes no pueden pagarlas, ya que quienes sí, siguen moviéndose en vehículos.


De acuerdo al urbanista, la clave no está en prohibir, sino que en regular y devolverle la prioridad al peatón. Si al final todos los espacios son más amigables con las personas, el automóvil tendrá más dificultades para transitar por ahí y terminará desapareciendo.

Fuente: eldefinido.cl


miércoles, 22 de junio de 2016

Chileno crea guantes anti accidentes y es premiado .


Su creación podría reducir los miles de daños en las manos que se producen anualmente en el trabajo y que muchas veces dejan a los involucrados con discapacidades irrecuperables.

Tuve la oportunidad de ver una de las presentaciones de producto más freak que alguna vez he visto: un hombre de terno, frente a la mirada expectante de numerosos empresarios coloca su mano sobre una mesa, saca un martillo y se da 5 fuertes golpes, uno a cada dedo. Entrega una tabla de madera con las marcas dejadas por los impactos, su mano intacta y el público aplaudiendo.
Se trata de Jorge Sgombich, un emprendedor chileno que creó unos guantes que podrían evitar numerosas amputaciones y daños a los dedos de las manos.
En operaciones, en la construcción, en la carga de materiales y muchos otros, uno de cada tres accidentes laborales son en las manos, siendo éstas la parte del cuerpo que más frecuentemente se ve involucrada en ellos, según datos de Mutual de Seguridad. Solo en Chile, miles de personas dañan sus manos en el trabajo año a año debido a golpes, cortes, aplastamientos y punzadas.
Para Jorge, este problema se convirtió en la oportunidad de buscar una solución efectiva y así crear su propia empresa (Resafe), buscando posicionar su producto como una alternativa mucho más segura que el guante tradicional.

De la idea a la realidad

No era fácil llevar a cabo el proyecto, porque las manos necesitan moverse con mucho más precisión que los pies, por lo tanto, no bastaba simplemente con utilizar un material rígido que protegiera a los dedos de los golpes.
Jorge comenta que inició sus experimentos pasando por diversos materiales, uno de los primeros prototipos era de cobre. En sus reuniones con clientes realiza sus clásicos golpes de martillo; aunque no todas sus demostraciones han sido totalmente exentas de dolor, una anécdota que Jorge recordará por mucho tiempo, fue una reunión en la que olvidó reforzar uno de los dedos. Se trataba de la muestra de uno de sus primeros prototipos que protegía todos los dedos de la mano, se acostó cansado la noche anterior terminándolo y dejó solo un dedo sin protección. Llegó el otro día, comenzó su demostración y olvidó que había dejado un dedo sin proteger. Fue cuando entonces vivió en carne propia el dolor que produce uno de estos golpes. Como buen emprendedor, se tragó las lágrimas y continuó su demostración, como si nada hubiese sucedido… el cliente nunca se dio cuenta de que vio una demostración no solo de la fortaleza de los guantes, sino que también de la determinación del vendedor que tenía enfrente.
Decidió llamar a su producto Mark VIII, inspirado en el nombre de la armadura de Iron Man. Un guante que a simple vista se ve totalmente normal, pero que esconde una tecnología patentada de piezas modeladas acorde a un estudio ergonómico de las manos de los chilenosPara no entorpecer las actividades de motricidad fina, las yemas tienen sensibilidad. Además, el guante tiene la misma durabilidad que un guante tradicional de trabajo. Actualmente se encuentra tramitando su patente en EEUU, Europa, Australia y Canadá, razón por la cual no es posible revelar todos detalles de la tecnología que se utiliza para combinar versatilidad y protección.
Pero sí sabemos que son piezas material plástico semi rígido que se adosan a las puntas del guante de seguridad y tienen un forro interior para mayor comodidad.


La feria The Invention & New Product Exposition (INPEX) 2016, que tuvo lugar en Pittsburgh (USA), donde se reúnen inventores de todo el mundo a exponer sus creaciones. Sus guantes obtuvieron la medalla de oro en la categoría Safety & Security, dejando claro que su determinación no solo le ha permitido soportar martillazos, sino que también dar a conocer al mundo el ingenio del chileno.
Actualmente están trabajando con varias mineras y otras empresas con trabajadores expuestos a este tipo de accidentes. Puedes conocer sus guantes y ver cómo sobreviven a todo tipo de pruebas en el siguiente video:


Fuente: trabajemos.cl

martes, 21 de junio de 2016

El pájaro que voló dos vueltas a la Tierra.



Christina Holvey

Cientos de miles de estas aves anidan en la región del Ártico y subártico de Asia, Norteamérica y Europa; y a pesar de que se conocía que al final del verano migraban al sur, nadie sabía exactamente cuál era su recorrido exacto.
Para tratar de resolver este misterio, el año pasado la BBC y la universidad de Newcastle pusieron en marcha un ambicioso plan que incluía colocar pequeños transmisores a 28 Sterna paradisea (el nombre científico de estas aves) que anidaban en las islas Farne, en el norte de Inglaterra.

Image copyright THINKSTOCKImage captionLos gaviotines árticos anidan en el norte y al final del verano inician su exploración al sur.

Estos dispositivos pesan menos que un clip de papel y pueden registrar tanto de la distancia como la temperatura.


Ahora, a la vuelta, los científicos han podido recoger la información de las "cajas negras" de hasta 15 pájaros.
"Estamos en una etapa muy temprana de procesamiento de datos", advierte el doctor Chris Redfern, uno de los jefes del proyecto. "Y aun así podemos sacar algunas conclusiones muy emocionantes".
"Todos los gaviotines árticos analizados hasta ahora se han dirigido al sur por la costa occidental de África, luego han dado un giro al este, hacia el océano Índico, continuando su ruta hacia las aguas del Antártico", agregó.

Image copyright - THINKSTOCKImage captionPara saber su trayectoria, científicos colocaron pequeñas "cajas negras" en una de sus patas.


Hace tres años se realizó en Holanda un estudio para seguir la trayectoria de estas aves en el que también se describió una ruta zigzagueante; sólo que en esa oportunidad de África Occidental saltaban a Sudamérica.


Según el doctor Richard Bevan, miembro del equipo de la universidad de Newcastle, el viaje más largo del que se tenía registro hasta ahora era de 90.000km.
Para tener una idea, la circunferencia de la Tierra es de 40.075 km, este animal voló más del doble en un viaje de ida y vuelta de Norte a Sur.
Pero si esto parece mucho, una de las aves registradas en el proyecto de la BBC hizo una increíble distancia de 96.000km, este es el recorrido más largo del que se tenga conocimiento que haya hecho cualquier especie de ave migratoria.
¿Por qué no hacen una trayectoria más directa?
La respuesta es sorprendentemente simple. Expertos sugieren que las aves sencillamente siguen enormes patrones de viento en la atmósfera para evitar volar contra corriente.




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THINKSTOCKImage captionLos charranes son las aves migratorias que hacen recorridos más largos.

Inesperadamente, parece que varios de los charranes árticos que anidan en el Reino Unido estudiados por el doctor Redfern experimentan un grave caso de "pasión por los viajes de invierno".
Una vez en aguas antárticas se dejan ir a la deriva, algunas llegan a ir de un extremo a otro del continente helado.
En el viaje de vuelta, los expertos piensan que las aves siguen la misma ruta que las lleva a la costa oeste de África.



Aunque esperan tener más certeza una vez que terminen de analizar todos los datos.

Fuente: bbc.com

lunes, 20 de junio de 2016

Los refugiados dan el doble de lo que reciben.

Jeantier Uwimana, refugiada de 39 años y madre de 9 hijos, recibe el dinero asociado a un teléfono móvil. Al fondo, el campo de Kigeme. WFP/JOHN PAUL SESONGA

Por cada euro de ayuda, generan dos para la economía local, según un estudio en tres campos en África.

Los refugiados no son una carga para quien los acoge, más bien, le enriquecen. Eso es lo que muestra un estudio con tres campos de refugiados en Ruanda. Un grupo de economistas han estimado que por cada euro de ayuda humanitaria que recibe un refugiado, las personas y negocios cercanos al campo ingresan hasta el doble. Este efecto multiplicador es más acusado cuando la ayuda es en efectivo y se suaviza si es en especie.

Aunque Ruanda aún se está recuperando de su propia guerra civil, Naciones Unidas tiene en el país africano cinco campos de refugiados. Allí viven casi 75.000 personas que huyeron de la vecina República Democrática del Congo por otro conflicto fratricida. La situación económica es igual de precaria en ambos países, pero al menos en el primero ya no hay matanzas. El escenario era el ideal para estudiar el impacto de los refugiados allí donde se asientan.

Es lo que han hecho economistas de la Universidad de California, Davis (EE UU) y el Programa Mundial de Alimentos de la ONU. Analizaron la situación de los campos de Gihembe, Nyabiheke y Kigeme. En los dos primeros, los refugiados reciben una asignación anual en metálico. Con ese dinero han de procurarse la comida y otros productos de primera necesidad en los mercados locales. En el tercero, a cada refugiado se le entregan cuatro productos básicos para sustentarse y, si tienen excedente, comerciar o intercambiar por otros.

Los congoleños refugiados en Ruanda reciben unos 100 euros anuales de ayuda y generan más de 200

Con los datos de las asignaciones, población de los campos y economía de las regiones de los asentamientos, los investigadores pudieron modelar cuánto generaba cada nuevo refugiado en un radio de 10 kilómetros alrededor de cada campo. En Gihembe, donde cada persona recibe de Naciones Unidas 105 euros anuales, su impacto en la economía local genera 180 euros. En el caso de Nyabiheke, donde la asignación es algo mayor (110 euros), las externalidades generadas por cada refugiado alcanzan los 222,5 euros, doblando el importe de la ayuda.

"Los resultados de nuestra investigación contradicen la percepción generalizada de que los refugiados son incapaces de aportar nada, siendo dependientes de la ayuda humanitaria", dice el economista de la universidad californiana y principal autor del estudio, Edward Taylor. Estos datos, que confirman el efecto beneficioso señalado por otros estudios, muestran que los desplazados "a pesar de su migración forzosa y de vivir a menudo en condiciones de indigencia, aún son productivos y pueden establecer relaciones beneficiosas con la economía del país de acogida", añade.

El trabajo, publicado en la revista PNAS, detalla los sectores de la economía local que más se benefician de los refugiados. La mitad de los ingresos van a parar al sector agropecuario. Las tiendas y comercios locales obtienen otro 25%. Del ingreso total de la economía de la zona en un radio de 10 Km, el 5,5% es generado por los refugiados. El trabajo de campo también mostró que para el 17% de los negocios de las zonas circundantes a cada campo, los desplazados eran sus principales clientes.

Los refugiados también estimulan el comercio entre la economía local y la del resto de Ruanda, aportando a esta última una cantidad de 48,6 euros por refugiado y año (Nyabiheke) y 43,2 (Gihembe). A pesar de ser cantidades modestas para el nivel de vida occidental, estas cifras pueden ser verdaderos motores de la economía local para zonas de países como Ruanda, donde la renta per cápita apenas supera los 500 euros.


Los efectos sobre la economía local son mayores cuando la ayuda es en dinero y no en especie

En Kigeme, el tercero de los campos, los refugiados no reciben dinero sino una cantidad de maíz judías, aceite y sal por valor de unos 100 euros. Los investigadores comprobaron que casi el 90% de los desplazados tenía excedente, en especial del primero, y lo intercambiaban por otros productos en los mercados locales. Pero, en este caso, las externalidades generadas fueron más modestas, unos 128 euros de ingresos para la economía circundante. Además, el pago en especie elevó los precios de los productos locales en mayor proporción que el dinero de los otros dos campos, siendo este el único efecto negativo que han encontrado.

"Esto sugiere que pasar de una ayuda en especie a otra en metálico puede ofrecer grandes beneficios económicos para los países que acogen refugiados, siempre que los granjeros y comerciantes locales sean capaces de atender una mayor demanda de comida", señala el economista estadounidense.

Si esto sucede en tres campos con unos pocos miles de refugiados, ¿qué efecto sobre la economía local pueden tener los 4,8 millones de sirios que han huido a los países vecinos? ¿Cuál es el efecto de los 65,3 millones de personas que han tenido que huir de su propio país? Otra cuestión sin responder es qué sucede con el efecto dinamizador sobre la economía de los refugiados si no hay esa primera ayuda que inicie la cascada económica.

Fuente: elpais.com

jueves, 16 de junio de 2016

Cubrió de huertas los balcones porteños y ahora lucha contra el hambre.

Agustín Casalins y el equipo de Verde al Cubo, en la terraza donde cultivan y dictan cursos sobre hidroponía. Foto: Gentileza Verde al Cubo

por Valeria Vera

El argentino que quería cubrir de huertas los balcones porteños y ahora lucha contra el hambre desde Silicon Valley

Agustín Casalins fundó Verde al Cubo para enseñar a cultivar vegetales y frutas saludables en pocos metros cuadrados; en EE.UU., intentará explotar el costado más social de la iniciativa, basada en la hidroponía.

"Setenta balcones hay en esta casa, setenta balcones y ninguna flor", rimaba Baldomero Fernández Moreno para mostrar una y otra vez la sorpresa que le provocaba contemplar una ciudad en la que los colores no adornaran sus fachadas, pese a ser espacios potencialmente verdes.

No fueron, sin embargo, los versos de este poeta argentino; tampoco su deseo de colmar de canteros las calles de una Buenos Aires privada de naturaleza, las razones por las que el proyecto ecológico y sustentable de Verde al Cubo, que busca enseñarles a los porteños a cultivar vegetales y frutas en pocos metros cuadrados, vio la luz después de varios años de estar latente.

A pocas horas de viajar hacia Singularity University (el campus de innovación para salvar al mundo que funciona hace ocho años en la NASA), donde intentará explotar aún más el proyecto que ya lleva cuatro años y darle una impronta internacional, Agustín Casalins recuerda los primeros pasos, y los gritos de su madre cuando regresaron de vacaciones de Bariloche y se encontraron con parte del departamento -un quinto piso del barrio de San Telmo- cultivado. ¿El ideólogo? Su padre, un neurocirujano cuya pasión por los alimentos lo llevó a tomar prestadas sales y mangueras del hospital ferroviario en el que trabajaba, para diseñar en tres meses una huerta a partir de la combinación justa de fórmulas, nutrientes y agua, sin la ayuda del suelo.

"Al día siguiente del episodio, trasplantamos casi todo a terrenos baldíos que había en ese momento en el barrio, aunque dejamos algunos sistemas en el lavadero y un pequeño laboratorio para jugar. Y ahí quedó... El tiempo pasó, pero me quedó muy grabado", relata a LA NACION este emprendedor, agrónomo de profesión, al confirmar que la semilla de la iniciativa empezó a germinar allí, tímidamente, en pleno cemento.

Las huertas admiten todo tipo de productos: desde vegetales y frutas, hasta aromáticas y flores. Foto: Gentileza Verde al Cubo

La semilla que prendió

Después de vivir ocho años en Colombia y Venezuela, donde asesoraba y armaba proyectos para gobiernos locales, campesinos y productores, Agustín volvió a la Argentina con el deseo de quedarse. Aplicó a entrevistas laborales hasta que se dio cuenta de que no lo iban a contratar por su perfil, que mezclaba tradición e innovación en dosis desiguales.

"La idea estuvo siempre, toda la vida; en el fondo, sabía que iba a dedicarme a los alimentos"

"Pensé en esperar un mes más y sino darle lugar a un emprendimiento (porque siempre fui independiente). No aguanté y, a la semana, lo hice (sonríe). Agarré los libros de mi papá, uno de ellos dedicado, y comencé a armarlo de cero. La idea estuvo siempre, toda la vida; en el fondo, lo sabía", confiesa al repasar en voz alta.

La herencia familiar tuvo peso propio y enseguida su correlato, con una idea sólida, sustentable y creativa, y una técnica antiquísima, como la de lahidroponía, que aplicaron los jardines colgantes de Babilonia, los flotantes de los aztecas, en México, o la China Imperial. El método permite generar volumen en poco espacio y un alto nivel de automatización.

Restaba conocer a fondo cómo aggiornarla a una ciudad como Buenos Aires, paradójicamente llena de espacios vacíos al aire libre, y seducir al tipo de público que consumiría productos cosechados en el balcón, patio o terraza de su casa; algo que dejó de ser un obstáculo importante apenas los porteños se plegaron al boom de lo natural y la vida sana, lo que forjó nuevos hábitos y paladares cada vez más exigentes.


Primeros pasos
Con esas premisas y los trámites legales cubiertos, Agustín sumó personas de máxima confianza a su equipo (Florencia Barreira, ingeniera industrial; Federico Nervi, licenciado en Administración de Empresas; y Ramiro Etchegaray, licenciado en Ciencias Políticas) y empezaron juntos a montar huertas urbanas entre conocidos. Su mamá se convirtió otra vez en protagonista del proyecto (ahora, contaban con su aprobación) y el departamento de San Telmo se cubrió de vuelta de cultivos. Vecinos, familiares y padres de amigos la siguieron en el ranking de fans, que creció a niveles impensados.


Agustín Casalins y la mascota de todo el grupo en una huerta urbana. Foto: Gentileza Verde al Cubo

Pero los primeros tiempos no fueron ni rosas ni verdes, sino más bien negros. Hubo que armar, desarmar y lidiar con imprevistos que, en el mediano plazo, también trajeron soluciones. "Las huertas eran horribles, espantosas, y los clientes las mataban. Les ponían demasiada agua o no las cuidaban. Entonces, decidimos hacer a la inversa: cultivarlas y mandarlas cuando estuvieran listas para comer. Pero era un proceso que demandaba entre dos y tres meses, y no tenía sentido. Implicaba bajar las huertas de la terraza de un sexto piso y trasladarlas en un flete. Era bastante complicado y costoso".


Una tendencia innovadora y en crecimiento.


La búsqueda constante de querer comer sano y fresco, cuidar el medioambiente y oxigenar el bolsillo, escapándole a los precios altos de la verdulería o la pérdida de sabor por el uso de pesticidas, potenciaron, entre otras cosas, la demanda y la implementación de un sistema más afín a las necesidades de la gente y de los creadores de Verde al Cubo.


Después de ajustar el modelo y probarlo con éxito, las ventas y las ganas de los porteños de consumir lechuga, rúcula, frutilla, tomate, albahaca y menta, entre los productos elaborados con sus manos, aumentaron a la par, en sintonía con lo que ocurre en Estados Unidos, que incorpora gradualmente terrazas hidropónicas, o en España, que logra abastecer a toda Europa con esta técnica.

El método permite generar volumen en poco espacio y un alto nivel de automatización. "La clave está en recircular el agua y agregarle minerales, que vienen de los Andes, Catamarca y Mendoza, sin usar tierra ni agroquímicos. Las plantas se sostienen por medio de un sustrato inorgánico (lana de roca) y turba", describe. Y completa: "Es un sistema rentable y ecológico, que puede volver productora a cualquier persona bien entrenada en esta tecnología".

"Cuandos sos vos el que cultivás, la planta está sana y da un producto con un sabor espectacular"

-¿Nadie se intoxicó?

- No, al contrario. Nosotros curamos a la gente, son alimentos sanos. Enseñamos cómo cultivar, por lo que hay un control mayor de los alimentos. Cuando vos cultivás, ves que la planta está sana y que tiene un sabor espectacular. Sabés que no lo fumigaste con 25 pesticidas durante todo un mes.

En Buenos Aires, Agustín busca cambiar el foco y diluir malos pensamientos, que son los que terminan por expulsar al ecosistema y enfermarlo. De ahí que ofrezca cursos cortos de agricultura urbana, de uno o tres días, en la planta alta de Cosi Mi Piace, un restaurante italiano de Palermo Soho, que incuye en su menú productos cosechados en la terraza, o se expanda a otros ámbitos, alejados de la gastronomía, como colegios en La Boca y Villa Lugano, cuyos alumnos cuidan día a día de invernaderos inspirados en esta técnica.


Federico Nervi, Agustín Casalins, Florencia Barreira y Ramiro Etchegaray, el equipo de Verde al Cubo que viajará a EE.UU.. Foto: Gentileza Verde al Cubo


Soñar en grande


A medida que cede el número de terrazas en soledad, los deseos aparecen y se fortalecen. En este caso, bastó la experiencia previa para poder soñar en grande y ampliar el impacto de la tarea hacia su costado más social. Con la convicción de que los cultivos hidropónicos pueden ser útiles para erradicar el hambre en el mundo y combatir la pobreza, a través de sistemas de agricultura urbana, el equipo presentó la idea a Singularity University para participar del Global Solutions Program (GSP), un seminario que tendrá lugar en Silicon Valley, entre el 18 de junio y el 28 de agosto de este año.


Agustín y el resto de los integrantes fueron seleccionados entre cientos de postulantes y durante las próximas diez semanas estarán inmersos en un campus de innovación que intenta, mediante el uso de tecnología exponencial, resolver los mayores retos de la humanidad. "Nuestro gran desafío es ver cómo la gente puede convertirse en agente de cambio y adueñarse del sistema. El proceso termina en un producto de altísima calidad en la mesa de las familias. Además, con esta técnica yt siendo un productor, podés abastecer a todo un pueblo", concluye entusiasmado su principal impulsor, mientras prepara la valija, cierra la agenda, e imagina nuevos mercados, como el norteamericano y el hindú, espacios comunitarios en Buenos Aires y fusiones con otros restaurantes, como parte de los planes futuros que lo traerán de vuelta a la Argentina (muy pronto).