martes, 9 de febrero de 2016

Las cosas a simple vista (Historia Sufí).



Cuento: Aporte del hermano Carlos Cousillas

Cierta mañana Nasrudín- el gran místico sufí que siempre fingía ser loco - coloco un huevo envuelto en un pañuelo, se fue hasta el medio de la plaza de su ciudad y llamó a los que estaban allí.

- ¡ Hoy tendremos un importante concurso !- dijo- Quien descubra lo que esta envuelto en este pañuelo recibirá de regalo lo que esta dentro !

Las personas se miraron entre si, intrigadas, y respondieron:

- ¿ Como podremos saberlo ?. Nadie aquí tiene poderes adivinos.

Nasrudín insistió:

- Lo que esta en este pañuelo tiene un centro que es amarillo como una yema, rodeado de un liquido del color de la clara, que a su vez esta contenido dentro de una cáscara que se rompe con facilidad. Es un símbolo de la fertilidad, y nos recuerda a los pájaros que vuelan hacia sus nidos. Entonces, ¿ quién puede decirme lo que está escondido ?. Todos los habitantes pensaron que Nasrudín tenía en sus manos un huevo, pero la respuesta era tan obvia que nadie quería pasar vergüenza delante de los otros.
Porque...¿ y si no fuese un huevo, sino algo mucho mas importante, producto de la fértil imaginación mística de los sufís ? Un centro amarillo podía significar algo del sol, o el liquido de alrededor tal vez fuese alguna preparación de alquimia. No, aquel loco estaba queriendo que alguien hiciera el ridículo.

Nasrudín volvió a preguntar dos veces más, pero nadie se arriesgo a decir algo impropio.

Entonces él abrió el pañuelo y mostró a todos el huevo.

- Todos vosotros sabíais la respuesta - afirmó -. Y nadie quiso traducirla en palabras.

Es así la vida de aquellos que no tienen el coraje de arriesgar: las soluciones nos son dadas generosamente por Dios, pero estas personas siempre procuran explicaciones mas complicadas, y terminan no haciendo nada.


Los Cuentos de Nasrudín:
para caminar en la hilera entre la Locura y la Libertad

Diego Parra Duque 
asesor en creatividad
acuantola@hotmail.com

Tal vez lo más fascinante del universo sea su enorme capacidad de ser, para siempre, un ilustre desconocido. Por mucho que avance la historia del hombre, no evolucionaremos por sentirnos más seguros de conocer el universo. Si nos basamos en el nivel de conocimiento que nos brindan la inteligencia y la cordura, es posible que sea muy difícil acceder a los verdaderos secretos de la vida.  

Este artículo intenta jugar con una hipótesis un tanto extraña: la de que los genios y los locos tienen el papel fundamental de recordarnos que a pesar de todo el mundo, el universo, la vida y todo cuanto nos rodea, no sean más que un alegre vals que es preciso danzar al son de la locura y el caos; de que la certeza y la comodidad mental son constantes obstáculos que nos impiden llegar al verdadero conocimiento de la realidad. Para ello hago una breve semblanza de mis cuentos preferidos del genial loco genio, el Mullah Nasrudín. 

Una de las definiciones que más me gustan sobre el término “realidad” la brinda el genial escritor Ambrosio Bierce, en su célebre “diccionario del diablo “: 
Realidad: El sueño de un filósofo loco. Lo que queda en el filtro cuando se filtra un fantasma. El núcleo del vacío. 
                                                                           Ambrosio Bierce
El Diccionario del Diablo.

Radiografía de un ilustre loco  

Sufismo:

El Mullah Nasrudín 

“Vivimos en un sueño del que a veces despertamos” - dicen algunos textos sufíes. Para los sufíes, los condicionamientos sociales, culturales y educativos nos mantienen inmersos en un constante sueño dentro del cual creemos estar despiertos. Según las corrientes sufíes, solamente salimos de este sueño cuando, anonadados por el éxtasis de dios, podemos despertar de vez en cuando. Los arrebatos que sufren los derviches no son más que temporales locuras que les permiten viajar por los valles o etapas de la senda, hasta llegar al encuentro con dios. Para poder atravesar cada uno de estos valles es necesario romper con toda lógica, llegar a pensar al revés y asumir que la inteligencia no es más que una especie de ignorancia vestida de solemnidad. De esta manera, para los sufíes el verdadero idiota es el más inteligente, pues está propenso a conocer de cerca la libertad. 

El Mullah Nasrudín es reconocido dentro de la tradición sufí como una especie de sabio idiota. Las apreciaciones que se hacen sobre él son variadas y curiosas. Se lo presenta como muy estúpido, increíblemente inteligente, o poseedor de secretos místicos. Los derviches utilizan sus enseñanzas para ilustrar las ridículas características que puede llegar a tener la mente humana. Para el sufismo, el verdadero conocimiento comienza por aceptar el hecho de aparentar ser un idiota frente al promedio de la gente normal. Solamente si pasamos por la práctica de asumir nuestra idiotez y mostrarla frente al mundo, podemos llegar a percibir la verdadera realidad. El Mullah Nasrudin es considerado un gran maestro del sufismo, justamente por tener el perfil de un loco, aunque siempre enseñe —con su supuesta locura— los verdaderos secretos de la vida:


Fuente: Cuentos sufí


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